En las culturas sagradas, la odalisca era la mediadora entre el mundo conocido y los misterios. Era un puente entre la tierra y el cielo.
La autentica odalisca, la sacerdotisa de los templos sagrados, era un ser iniciado en los misterios, que encarnaba en su danza el poder del fuego primordial, el fuego del origen y de todo lo creado.
Cada ser lleva en su interior ese fuego. La tierra lo posee en su núcleo y puede evolucionar el esplendor del sol, que lo tiene en toda su manifestación.
Se lo ha llamado SERPIENTE DE FUEGO por poseer las cualidades de dicho animal, es ágil, ondulante, sugestivo, hipnótica, con ojos con poder de fascinar.
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